lunes, 12 de noviembre de 2012

El precio es la vida.


Son tiempos sombríos para la ciudadanía española. Tiempos oscuros en los que se demuele lo conquistado. Tiempos aciagos en nos damos cuenta que nos dejamos llevar por los cantos de sirena. Tiempos en los que vemos como nos expolian a los mas para dárselo a los menos. Tiempos en los que somos conscientes del regreso social al siglo XlX. Pues, vemos que no, que no es una estafa es un expolio. Nos dejan sin los recursos de todas/os. Tiempos en los que ellxs, quienes tienen que velar por lo conseguido, se lo reparten como en la famosa escena de la tarta de El Padrino. Ellxs que nos dejaron con un estado delgado pues gastaron lo que no teníamos y endeudaron el futuro de nuestros nietos, construyendo autopistas al infierno de los teatros vacíos y aeropuertos desiertos. Esos mismos que se hacen los ciegos cuando licencian espacios públicos para fiestas privadas en las que no se cumplen las normas básicas de seguridad y allí mueren nuestrxs hijxs. Quienes perpetúan el sistema social de sometimiento, deberían, se presentaron a las elecciones para ser los garantes de lo construido por toda la ciudadanía. Un sistema milenario en el que la mano de obra esclava era la riqueza del amo, un sistema que hoy se perpetua en los símbolos legados y aún hoy las esclavas del mundo somos las mujeres. Las mujeres en su conjunto que somos quienes pagamos el precio, nos quedamos, sin ley de dependencia, en sanidad, somos las mayores perjudicadas en sus recortes, la ley de Violencia esta presente, pero muda.o quizás ¿silenciada? En los últimos días hemos sido conscientes de la necesidad de aglutinar las sociedad civil y sus demandas, solo a través de ella podemos aunar las fuerzas los mas para plantar cara al poder de los menos. Esta en juego todo lo logrado y el precio es la vida de los débiles.